El inesperado gesto de la China Suárez tras las filosas críticas de Wanda Nara en la tele.

En el mundo de las redes sociales y espectáculos argentinos, cuando decimos “La China Suárez” y “Wanda Nara”, el drama parece garantizado. El más reciente capítulo de este culebrón se desató cuando Eugenia, con su estilo característico, lanzó un beso a sus seguidores en Instagram con un simple “Buenas noches” y emojis de corazón. Pero, como es habitual en estos casos, el contexto le dio un sabor especial al asunto. Justo al mismo tiempo, Wanda Nara estaba hablando en LAM sobre el complicado vínculo de su exmarido, Mauro Icardi, con Suárez.

Wanda no ahorró palabras; con un tono emocional y casi visceral, habló de la “destrucción” que Eugenia causó en su familia. Recordó cómo las imágenes de Suárez en una casa cargada de simbolismo personal, encendieron de nuevo las tensiones. Esta casa, según Wanda, es parte vital del patrimonio que quiere para sus hijas —un detalle que no es menor en el relato mediático.

El trasfondo aquí tiene un nombre: el “Wanda Gate”, una mezcla de infidelidades y secretos al descubierto que ya venía dando que hablar desde 2021. La publicación de Eugenia parecía un movimiento típico de su libro de jugadas: reservado, casi provocador en su silencio, dejando que la otra parte se desgaste hablando.

El contraste entre las dos es claro. Wanda, abierta y con una necesidad de poner su versión en el centro del escenario público. La China, manejando la situación con calma, usando indirectas que encienden más la imaginación que las palabras.

En medio de todo esto, aparece Agustina Uslenghi, mano amiga y confidente de Eugenia desde siempre, ofreciendo un respiro de normalidad en estas tormentosas mareas mediáticas.

Esta disputa, lejos de ser un simple chisme, refleja arquetipos sociales y la forma en que las figuras públicas navegan entre lo privado y lo público, dejando con cada paso una zaga que el público sigue con fascinación. Aunque Eugenia diga “Buenas noches” al conflicto, el revuelo creado parece estar lejos de terminarse.